Saltarse el desayuno o considerar el agua como una bebida refrescante y no como un verdadero nutriente, puede conllevar a tener desórdenes alimenticios en los niños y hasta un alto compromiso para la salud de los adultos mayores, así lo indicaron especialistas del Seguro Social de Salud, EsSalud, que recomendaron mucho cuidado en la alimentación durante la temporada de verano.
Respecto a los niños, señalaron que los padres deben adaptarse a los requerimientos alimentarios de los menores en esta época de vacaciones y temporada veraniega, donde hacen un derroche de energía y prefieren beber líquidos que comer.
“Aunque es importante no cambiar radicalmente los horarios de alimentación de los pequeños, adquiridos durante el curso del año escolar, los mismos que son reguladores del apetito del niño, por lo animado e informal de los días estos pueden variarse un tanto”, refirió el licenciado Javier Loja Manco, coordinador del servicio de Nutrición del policlínico Pablo Bermúdez de EsSalud.
No obstante refirió que no se debe omitir el desayuno, donde es necesario el consumo de lácteos, fruta, fibra y cereales, que dotarán a los pequeños de energías para afrontar sus actividades de juegos o deportes del día.
Una fuente atractiva de proteínas de la estación se encuentra en los pescados y las carnes blancas, en cualquiera de sus formas, sostuvo. Las que son de fácil digestión y con muy poco aporte calórico que el organismo no necesita en esta estación.
En resumen, dijo, la dieta infantil debe ser baja en grasas trans o frituras. Pero, rica en hidratos de carbono (pan, cereales, harinas, pastas, arroz y frutos secos), que le provee de una adecuada dosis de calorías. Así como de proteínas, tanto vegetal (menestras y otras), como animal (carne, pescado, huevos), esenciales para el normal desarrollo y crecimiento de los niños, que no se debe suspender o alterar por la estación.
Adultos mayores
Respecto al cuidado y control de la alimentación de los adultos mayores, el nutricionista puntualizó que debe ser más rigurosa en la presente temporada. La regla de oro, es el mayor consumo de agua o de líquido en cualquiera de sus formas (caldos, zumos, etc.), pues existe un mayor peligro de deshidratación en ellos, con los consiguientes riesgos para su salud.
“La ausencia de agua en el organismo humano por muy corto tiempo, en especial en los adultos mayores, es de muy alto compromiso para la salud”, subrayó.
Añadió que el consumo de agua, no debe ser vista solamente como un vehículo refrescante, sino, como un verdadero nutriente en especial para las personas mayores, ya que está involucrada en servir de transportador de nutrientes y para excretar productos de desecho. Además, para lubricar y proporcionar soporte a los tejidos y articulaciones.
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