El Servicio de Dermatología del Policlínico Juan José Rodríguez Lazo, de la Red Asistencial Rebagliati, realizó esta semana una campaña de despistaje de lunares malignos donde además se brindó a los asegurados consejos sobre cómo prevenir los daños que causa la exposición solar indiscriminada.
Durante la consulta, la dermatóloga Lizet Rivera Bardón del citado centro asistencial, dijo que el daño solar sobreviene en cada exposición al sol y se acumula a lo largo de toda la vida. “Este se traduce principalmente en envejecimiento, melanosis y cáncer de piel. Recordar que antes de los 18 años ya se ha recibido el 70% de la radiación ultravioleta de toda la vida”, acotó la especialista.
Tres elementos participan en la fotoprotección, señala, la educación que abarca a la familia, a los colegios y a los centros deportivos y recreativos; el uso de ropa que proteja del sol (tenida, sombrero y lentes) y el uso de fotoprotección medicamentosa tópica. Esta última está constituida por productos que absorben, reflejan y dispersan los rayos ultravioletas evitando su penetración cutánea.
Es importante resaltar que el producto elegido como fotoprotector debe cumplir con absorber las radiaciones Ultravioleta tipo B (UVB) y Ultravioleta tipo A (UVA). La fotoprotección debe aplicarse 30 minutos antes de la exposición al sol y es preferible que ésta crema sea resistente al agua y sea aplicada cada 2 a 4 horas.
En niños, lo aconsejable es que el factor de protección no sea mayor de 30, que puede ser utilizado desde los 6 meses de edad. Antes de esa edad no es recomendable la exposición solar.
Por último, hay que recordar que es contraproducente para la salud de la piel, la exposición solar entre la 10 de la mañana y las 4 de la tarde, por la mayor incidencia de radiación solar dañina durante esas horas.