Atención gestante: humo del cigarro expone al feto a más de siete mil sustancias tóxicas

Malformaciones, infecciones respiratorias y alergias son algunos de los daños que producen

El humo del cigarro contiene más de 7 mil sustancias toxicas que pueden afectar seriamente y de manera irreversible el desarrollo normal de un bebe dentro del vientre de la madre.

 

Al respecto, el ginecólogo de la Red Asistencial Rebagliati, Jorge Vignolo Hidalgo, hizo un serio llamado a las madres gestantes fumadoras a que abandonen esta práctica nociva al alertar sobre los potenciales peligros que corren tanto madre como hijo.

 

“Al respirar el humo de estas sustancias provoca que los vasos sanguíneos que abastecen de sangre al útero se estrechen, por lo que el bebé recibirá menos oxígeno y alimento de la sangre”, explicó el especialista.

 

La disminución del oxígeno provoca que aumenten los latidos del corazón y que se altere el crecimiento normal de los pulmones del feto. De igual forma, disminuirá la circulación de sangre por la placenta, por lo que el feto recibirá menos nutrientes en este vital ambiente.

 

“Esta suma de aspectos negativos podría provocar abortos espontáneos e inclusive, duplicará el peligro del llamado “síndrome de muerte súbita” del lactante, señaló.

 

El humo del cigarro también puede causar en el feto otros riesgos como malformaciones congénitas (como labio leporino, paladar hendido o afecciones cardíacas),  infecciones respiraciones (otitis, bronquitis, neumonía) o alergias como asma desde su primera infancia. El fumar está asociado también a problemas de aprendizaje o comportamiento o que en el futuro el niño sea obesos.

 

“La nicotina es tan nociva, que puede cruzar con facilidad la placenta y sus altas concentraciones se pueden alojar en el líquido amniótico y en la leche materna”, recalcó el ginecólogo. Agregó que las gestantes que fuman tardan en poder amamantar a sus bebés y además, lo hacen por menor tiempo.

 

Asimismo, el especialista extendió sus recomendaciones a aquellas gestantes consideradas “fumadoras pasivas”; es decir aquellas gestantes que sin querer fumar lo hacen indirectamente al respirar el humo del cigarro que fuman otras personas a su alrededor; exponiendo a su bebé a las mismas sustancias químicas que una madre fumadora. “Lamentablemente, las consecuencias serán igualmente nocivas para el desarrollo del feto y para la madre misma”, subrayó.

 

Cuando una persona fuma un cigarrillo, aproximadamente sólo el 15% de dicho humo es inhalado por el fumador. El otro 85% permanece en el aire, y luego se dirige a los pulmones de cualquier persona que se encuentre cerca del fumador.

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