La violencia contra la mujer -especialmente la ejercida por su pareja y la violencia sexual- constituye un grave problema de salud pública. Solo en el primer semestre del 2014, en el Perú se registraron 66 feminicidios y 108 casos de violencia contra la mujer, según el Ministerio de la Mujer. La mayoría de estos casos fueron originados por celos de pareja, negativa de la mujer a la reconciliación o intentos de separación.
Con el objetivo de prevenir esta situación, especialistas del Seguro Social de Salud- EsSalud recomiendan reforzar la acción mancomunada con los centros de atención primaria de salud como principal recurso para detectar la violencia de género y lograr un cambio global en la relación hombre- mujer.
En ese sentido, el jefe del Servicio de Psiquiatría de Adultos del Hospital Guillermo Almenara, José Sancho-Dávila Palacio, señaló que son los psicólogos los primeros en detectar a mujeres que son víctimas de parejas con celotipia (celos) o de trastornos delirantes en el agresor, quien generalmente imagina que su pareja le es infiel.
Precisó que el celoso teme perder a la pareja y siente que no lo quieren por lo que esa inseguridad se puede manifestar revisando objetos personales como el celular, escuchar conversaciones, leer la correspondencia e incluso puede llegar a celar hasta por la atención que la pareja le presta a los hijos.
Señalo que una identificación oportuna de estos casos de violencia permitirá brindar un tratamiento adecuado y de ser el caso derivarlos a hospitales para recibir una atención más especializada a cargo de un equipo multidisciplinario encabezado por el Psiquiatra y constituido además por profesionales psicólogos y asistentas sociales.
Asimismo, sostuvo que es alarmante el número de mujeres que sufren de agresión. Según cifras del Inei el 37% de mujeres entre 15 y 49 años alguna vez fue víctima de violencia física y sexual por parte del esposo o compañero sentimental.
Sancho-Dávila Palacios, indicó que “tanto la víctima como el victimario presentan problemas de autoestima, inseguridad, dependencia emocional y, en muchos casos, repiten patrones de conducta aprendidos desde la infancia, porque provienen mayoritariamente de hogares disfuncionales”.
Por ello, sostuvo que ambos miembros de la pareja deben recibir tratamiento psicoterapéutico para superar el problema; cuyos objetivos incluyen mejorar la autoestima, tratamiento de la depresión y solucionar los conflictos internos propio de cada uno y los de pareja. “Al elevarse el autoestima se genera el amor propio, el respeto hacia uno mismo y le permite determinar el límite entre lo ‘llamado normal’ y lo patológico”; agregó.
Finalmente, dijo que el apoyo de los familiares es fundamental para darle soporte a la mujer violentada y hasta orientarlas a denunciar al agresor si se diera el caso.