El Seguro Social de Salud (EsSalud) recomienda acudir a un establecimiento de salud si presenta síntomas como pérdida de fuerza en un brazo o una pierna, parálisis en la cara, dificultad para expresarse y caminar, pérdida del equilibrio o de coordinación, dolor de cabeza brusco, intenso e inusual y pérdida de la visión en uno o ambos ojos, porque podría estar sufriendo un ataque cerebral o accidente cerebrovascular (ACV) o Infarto cerebral.
Durante los primeros signos de ACV, la atención médica es indispensable para iniciar un tratamiento que puede salvar la vida del paciente, así como reducir las secuelas posteriores. “Si el ACV es causado por un coágulo sanguíneo, se debe administrar un fármaco trombolítico (medicamento capaz de disolver los coágulos) dentro de las tres a cuatro primeras horas desde que los síntomas empezaron”, precisó el doctor Marco Zuñiga Gamarra, jefe del Departamento de Neurología del Hospital Nacional Edgardo Rebagliati Martins de EsSalud.
Se estima que entre 70 y 75% de los accidentes cerebrovasculares son isquémicos, es decir, son ocasionados por trombos o coágulos que producen la obstrucción de una arteria que lleva sangre al cerebro. Asimismo, entre 25 y 30% corresponden a los ACV hemorrágicos, es decir, aquellos que se producen cuando los vasos sanguíneos se rompen, ocasionando que la sangre inunde una región del cerebro.
Agregó que los factores de riesgo más frecuentes de los ACV son la hipertensión arterial, la diabetes mellitus, las dislipidemias (alteración del colesterol y triglicéridos) y el tabaquismo.
El mejor tratamiento para evitar los accidentes cerebrovasculares es la prevención, si conocemos los síntomas de advertencia y controlamos los factores de riesgo estaremos en capacidad de reducir la posibilidad de sufrir un ataque cerebral.
Los avances tecnológicos ahora permiten hacer diagnósticos precisos y prontos. En EsSalud se realizan exámenes como la resonancia magnética, la tomografía computarizada, doppler de las carótidas, angiografía de los vasos cerebrales, ecocardiografía y estudios de Holter.
Para que el tratamiento tenga un mejor resultado, se debe realizarse en un tiempo máximo cuatro horas y para ello es necesario que el paciente acuda oportunamente a los servicios de emergencia de los hospitales nacionales del Seguro Social.
Finalmente, si se ha producido el ACV, el tratamiento a los pacientes está orientado a recuperar la mayor funcionalidad posible y a prevenir accidentes cerebrovasculares futuros. Es indispensable la terapia de rehabilitación integral (volitiva, motivacional, emocional, cognitiva y motora) que ayudará a volverse tan independiente como sea posible.
Un accidente cerebrovascular es una emergencia médica, que requiere tratamiento inmediato considerando que con cada minuto que pasa, desde el ataque, aumentan los efectos sobre nuestra salud e inclusive sobre nuestra vida.