Inicio de la menopausia exige mayores cuidados del corazón afirma especialista

“El mejor momento para elevar las medidas de precaución contra un infarto o la presencia de otras cardiopatías en la edad adulta de la mujer, es con el inicio de la menopausia”, sostuvo Juan Arturo Lamas Nizama, cardiólogo del Policlínico Pablo Bermúdez de la Red Asistencial Rebagliati de EsSalud.

 

En efecto, la menopausia está directamente relacionada con la disminución de los niveles de estrógeno, hormona que ayuda a mantener un nivel conveniente de colesterol en la sangre e  influye en el metabolismo y la dilatación de los vasos sanguíneos. “La ausencia de estrógeno puede elevar la posibilidad de sufrir un infarto cardíaco”, señaló el especialista.

 

El ataque cardíaco, infarto de miocardio o trombosis coronaria, se produce cuando las arterias coronarias del corazón se bloquean por un coágulo pequeño o trombo, el mismo que se forma por la estrechez del conducto debido a depósitos de grasa o placas acumuladas dentro de las paredes de los vasos sanguíneos, denominado aterosclerosis,  provocando el fatal evento.

 

Cada arteria coronaria suministra sangre a partes específicas de la pared muscular del corazón, de tal modo que una arteria obstruida (dependiendo de la ubicación y la cantidad de músculo del corazón involucrado), interfiere seriamente en la capacidad del órgano de bombear sangre.

 

Factores de riesgo para sufrir un ataque al corazón

Existen dos tipos de factores de riesgo que comprometen la salud del corazón. Los hereditarios o genéticos y los adquiridos. En el primer caso, son factores que nacen con la persona y aunque no se pueden cambiar, se pueden mejorar con asistencia médica y con una vida saludable. Aquellas mujeres que padecen de hipertensión alta (HTA) hereditaria, niveles altos de colesterol LDL (comúnmente llamado “colesterol malo”) o niveles altos de triglicéridos. Así como las que tienen antecedentes familiares de cardiopatías o sufren de diabetes tipo 1, se encuentran en este rubro.

 

En el segundo rubro, se encuentran las mujeres que padecen de HTA adquirida o niveles altos de colesterol LDL y triglicéridos. Asimismo, las que sufren de diabetes tipo II, tienen un alto consumo de alcohol y cigarrillo, las que pesan 30% o más de lo normal e ingieren una dieta alta de grasas saturadas o llevan una vida sedentaria.

 

“La mejor manera de controlar estos factores de riego, es que las mujeres sean  conscientes que la HTA y el colesterol elevado, entre los señalados, son potenciales amenazas contra su salud, especialmente en esta etapa de sus vidas. Teniendo en cuenta, además, los consejos y recomendaciones de su especialista en la consulta médica que deben efectuar periódicamente” recalcó el doctor Lamas Nizama.

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