EsSalud: Influenza puede ocasionar muerte en pacientes diabéticos


  • Especialista José Pineda advierte que pacientes puede contraer neumonía, bronquitis e infecciones.

 

Los pacientes con diabetes y sobrepeso, incluso cuando están bien controladas, tienen alto riesgo de sufrir complicaciones graves por la influenza o gripe estacional, que a menudo resultan en hospitalizaciones e incluso la muerte en algunos casos.

 

Así lo informó el neumólogo de EsSalud José Pineda, quien señaló que una gripe no tratada adecuadamente puede ocasionar neumonía, bronquitis, sinusitis e infecciones a los oídos en este grupo de pacientes.

 

El especialista explicó que la influenza en pacientes diabéticos ocasiona que el sistema inmunitario esté menos preparado para luchar contra las infecciones.

 

“La enfermedad puede hacer que sea más difícil controlar los niveles de azúcar en sangre, los cuales aumentan por el consumo de medicamentos o se reducen por la inapetencia de las personas”, anotó.

Señaló que las personas con diabetes tipo 1 o 2 corren un mayor riesgo de desarrollar neumonía a causa de la influenza.

 

“Por ello se recomienda a los pacientes recibir una vacuna contra la neumonía (neumocócica), la misma que debe ser parte de un plan de control de la diabetes”, dijo.

Dijo que las vacunas contra la influenza están indicadas en pacientes con diabetes y otras afecciones de salud.

 

El doctor Pineda señaló que los medicamentos antivirales combaten los virus de la influenza en el organismo, los cuales son distintos de los antibióticos, que combaten las infecciones bacterianas.

 

Los medicamentos antivirales pueden ayudar a las personas con diabetes y sobrepeso para evitar contraer complicaciones por la influenza si se suministran dentro de las 48 primeras horas del comienzo de los síntomas”, señaló.

 

PREVENCIÓN

Además de vacunarse, las personas con diabetes deben tomar precauciones diarias para protegerse contra la influenza.

 

Asimismo, acudir a un establecimiento de salud ante la presencia recurrente de vómitos, diarrea o fiebre elevada, así como si el nivel de azúcar en la sangre le ha bajado a menos de 60 mg/dl o se mantiene por encima de 240 mg/dl.

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