El agua es vida. Su consumo potencia la asimilación de todos los nutrientes que se encuentran en los alimentos que consumimos diariamente.
Así lo aseguró la licenciada Karen Calero, nutricionista de EsSalud: “el consumo de agua, ayuda a aprovechar mejor las vitaminas y los minerales que contienen los alimentos y contribuye a mantener una buena digestión, además de combatir problemas como el estreñimiento y la deshidratación”.
La especialista dijo que en promedio una persona adulta debe consumir dos litros de agua diariamente (seis u ocho vasos al día), al señalar que el consumo va a depender además de las condiciones climáticas. “Por ejemplo en los meses de verano el organismo pierde líquidos por el sudor, la traspiración y lo correcto es consumir mayor cantidad de agua para reponer esa pérdida”, destacó.
La nutricionista dijo que el consumo de frutas y verduras, en épocas cálidas también ayudan a combatir la deshidratación, ya que contienen líquidos naturales.
En el caso de personas que realizan deporte diariamente deben consumir un litro de agua adicional. También recomendó tomar este liquido vital después de consumir los alimentos, ya que hacerlo antes inhibe la sensación de hambre.
Calero aclaró que debe ser agua natural o hervida. “Se le pide a la población evitar las gaseosas o bebidas azucaradas, debido a que la presencia misma del azúcar incrementa el aporte calórico. De esta forma, tomar un vaso de gaseosa es equiparable con comerse dos panes”.
Sin embargo, y como dice el refrán “todo en exceso es malo”, Calero advirtió que el consumo de agua en exceso ocasionaría un leve daño renal, así como dolor abdominal y fatiga muscular a consecuencia de la dilución de sodio y potasio en la sangre.