El tabaco es una droga socialmente aceptada que genera dependencia del organismo por una sustancia llamada nicotina, y aunque sus efectos de su consumo se producen de manera progresiva, las consecuencias son de moledoras desde la primera calada.
De acuerdo a lo explicado por el Doctor Mario Paredes, Neumólogo del Hospital III de Emergencia Grau, la nicotina alcanza el cerebro poco tiempo después de ser consumida, el monóxido de carbono impide que los glóbulos rojos puedan realizar su función de transporte de oxígeno a todos los órganos del cuerpo.
“La sangre es la encargada (entre otras cosas) de transportar por todo el cuerpo el oxígeno que recoge en los pulmones, al fumar, los pulmones se llenan de humo con más de 7 mil sustancias tóxicas que son transportadas y expandidas por el sistema circulatorio; es por ello que todos los órganos del cuerpo se ven deteriorados en un fumador, porque reciben mucho menos oxígeno que el resto de las personas”, señaló el especialista.
Las principales consecuencias del consumo de tabaco en un fumador pesado (persona que fuma entre 10 a 30 cigarros al día) son las enfermedades respiratorias como enfisema pulmonar caracterizada por la pérdida de la capacidad para tomar oxígeno, y bronquitis crónica determinada por tos productiva durante un largo período de tiempo.
Según lo indicado por el neumólogo, estas enfermedades pulmonares producen una discapacidad respiratoria progresiva provocada por el estrechamiento de los conductos de aire en los pulmones y por la destrucción de los alveolos pulmonares.
“El inicio de esta enfermedad es gradual y surge la incapacidad respiratoria cuando han sido destruidos casi la mitad de los pulmones. Una vez que la enfermedad se ha establecido es irreversible, de ahí, por ejemplo, que la neumonía, una infección de los pulmones, sea más común entre los fumadores”, indicó Paredes.
El cáncer de pulmón es otra de las enfermedades que genera un 10% de los fumadores pesados, cuyos síntomas no son específicos y en ocasiones es confundido con un simple proceso de resfriado por presentar tos y expectoración.
Además de las enfermedades mencionadas, se presentan otras como úlcera gástrica, cáncer de pulmón, ataque cardiaco, cáncer de boca y garganta, ataque cerebral, cáncer a la vejiga y riesgo fetal en el caso de las mujeres.