El pie diabético es una afección localizada en los pies de los pacientes y se puede producir por heridas aparentemente mínimas como jalar un ‘pellejito’ del pie, cortar mal una uña o usar un zapato ajustado.”, señala el doctor Eduardo García Orbegozo, del Seguro Social de Salud (EsSalud)
El endocrinólogo del Hospital Nacional Edgardo Rebagliati de EsSalud, señaló que las lesiones en los pies de un diabético pueden causar complicaciones que van desde el dolor intenso hasta la invalidez por la pérdida de una pierna. Lo más grave es que, según las estadísticas mundiales, el 25% de personas con diabetes va a desarrollar pie diabético y muchas de ellas sufrirán una amputación.
Uno de los hábitos más comunes entre los pacientes diabéticos es el consumo de azúcar pues no sienten molestias cuando la ingieren en pequeñas cantidades. Sin embargo, su acumulación en el organismo es perjudicial porque daña las terminaciones nerviosas y obstruye la circulación de las arterias llevando al pie diabético.
Es indispensable que un diabético deje de fumar, controle la presión arterial, el colesterol y que realice actividad física. Además, cada día los pies deben ser lavados con agua y jabón y secados meticulosamente sobre todo entre los dedos. Las uñas de los pies deben cortarse teniendo cuidado con que no sean más cortas que el extremo del dedo.
Los pies se deben inspeccionar siempre buscando zonas resecas y fisuras en la piel, sobre todo en la planta y el talón. En estas áreas se debe aplicar vaselina sólida. Las plantas deben ser inspeccionadas con un espejo o por otra persona.
El doctor García recomienda el uso de medias de color claro que permiten reconocer alguna mancha pequeñita de sangre y así tomar las medidas necesarias para evitar que se convierta en una úlcera. Deben ser medias de algodón, no tener elástico para no impedir la circulación, no pueden tener zurcidos ni costuras para evitar producir lesiones y deben cambiarse diariamente.
Recordemos que el pie diabético empeora en días u horas por eso es necesario acudir a un podólogo para tener cuidado especial con los callos y las durezas, además de ir con el endocrinólogo una vez al año para un examen especializado de los pies con el fin de detectar signos tempranos de úlceras.
Los zapatos deben ajustar bien (sin apretar) y ser confortables dejando espacio para que los dedos descansen en su posición natural. “Si son nuevos deben calzarse progresivamente cada vez durante un tiempo un poco más largo. Caminar descalzo es peligroso, ya que una pequeña herida puede tardar mucho en curarse”, puntualiza el especialista.
No todos los diabéticos tienen el mismo riesgo de padecer la infección de las heridas de los pies porque muchos saben que esta enfermedad los acompañará siempre y han tomado conciencia para evitar sus complicaciones devastadoras, aplicando cambios sencillos en los hábitos y estilo de vida.