El peso excesivo de las mochilas escolares, puede provocar a mediano o largo plazo serias lesiones lumbares, cervicales o torácicas en niños o adolescentes, afectando su desarrollo músculo esquelético y atentando contra su normal desarrollo académico, alertó la doctora Ana Montenegro Pajuelo, del Seguro Social de Salud (EsSalud)
La especialista en Medicina Física y Rehabilitación de EsSalud, explicó que el peso de las mochilas debe estar adaptado a la edad y al tamaño del niño o adolescente. “Hay un consenso entre los especialistas que indican que el peso del material educativo que portan los estudiantes no debe exceder más del 10% del peso corporal del menor”, subrayó.
“El exceso de peso produce una gran tracción y presión sobre la musculatura y las articulaciones debido a la sobrecarga, ello interfiere con el normal desarrollo de los estudiantes. Estas pueden derivar en lesiones permanentes como: escoliosis infantil y cifosis, impidiendo el correcto crecimiento de los huesos, especialmente de los niños”, señaló la especialista.
De otro lado, dijo que los dolores y afecciones cervicales y lumbares, se han convertido en una de las primeras causas de consulta médica y de ausentismo laboral, debido entre otros motivos, al sedentarismo asociado a la alta tecnificación de las labores diarias.
“Con la llamada era de los video juegos que captura la atención de niños y adolescentes por largos espacios de tiempo, está ocurriendo el mismo fenómeno de sedentarismo con las consecuencias preocupantes que estamos observando hoy”, subrayó. A este fenómeno, se pueden asociar los malos hábitos posturales que debilitan los músculos de la espalda por falta de un buen tono muscular.
Recomendaciones
Montenegro Pajuelo recomendó a los padres de familia cuidar que sus niños porten la mochila en ambos hombros, hasta la zona lumbar y que los materiales escolares deben estar bien equilibrados dentro de la mochila, colocando los elementos pesados en la parte inferior.
A los directores de los centros educativos recomienda promover la práctica regular de actividad física entre los estudiantes y sobre todo, facilitar mobiliario escolar adaptable a la altura de los escolares. “Un niño con dolor de espalda recurrente sin aparente causa traumática de origen debe ser evaluado por un especialista”, finalizó la doctora Montenegro Pajuelo.