Un 60% de las quemaduras que se producen en niños se originan por efecto de líquidos calientes en el domicilio de los menores y por negligencia -en la mayoría de casos- por los propios padres, según sostuvo el doctor Manuel Paredes Maraví, Médico del Cirugía Plástica y Quemados del Hospital Nacional Guillermo Almenara Irigoyen, quien alertó que dichos accidentes pueden generar secuelas irreversibles.
En el 2013, el Servicio de Cirugía Plástica -única unidad especializada de EsSalud en pacientes quemados del país-, atendió 5,140 pacientes, de los cuales el 80% tenían diagnóstico de quemaduras. Se comprobó también que los niños eran los más expuestos a riesgos por negligencia de los padres.
Por lo general, los pacientes que ingresan a dicha unidad presentan quemaduras de segundo y tercer grado con compromiso de la piel, en gran medida por accidentes caseros. Otro porcentaje importante es el de los afectados por accidentes de trabajo, es decir, quemaduras eléctricas, en hornos industriales o incendios.
El doctor Paredes Maraví, plantea recomendaciones en caso de quemaduras con líquido caliente, que es la más común. En primer lugar, se debe llevar al accidentado a la ducha de agua fría, por lo menos por 20 minutos, luego trasladarlo al hospital más cercano.
No es aconsejable, dice, retirar las prendas de vestir adheridas a un paciente que ha sufrido quemaduras, sino se debe proteger la zona afectada con paño húmedo y limpio.
Señaló igualmente que las quemaduras dejan gran cantidad de víctimas entre niños, adolescentes, en algunos casos lamentables y otros fatales porque dejan secuelas irreparables. De otro lado, muchos de estos pacientes requieren largos y doloroso períodos de recuperación, lo que implica un desgaste emocional y psicológico que afecta a toda la familia.
Finalmente, el doctor Paredes hizo un llamado a los padres para que tomen todas las medidas preventivas posibles, indicando a los niños los peligros que existen en la cocina y las maniobras que solo pueden realizar los adultos.
EL DATO
Una de las jornadas que puso a prueba toda la capacidad del Servicio de Cirugía Plástica y Quemados del Hospital Almenara, se produjo el 29 de diciembre del 2001 tras el incendio que destruyó la zona comercial de Mesa Redonda en el Cercado de Lima.