Los factores de riesgo de suicidio actualmente se dan por depresión o ansiedad, en la cual los adolescentes suelen aislarse, lloran en secreto, sienten demasiada vergüenza o presión para comunicar su tristeza a otros, aseveran especialistas de EsSalud.
Al respecto, el doctor Carlos Vera Scaramone, psiquiatra del Hospital III de Emergencias Grau de la Red Prestacional Almenara de EsSalud, asevera que mientras más se conozcan a los hijos, mayor es la probabilidad de poder ayudar a prevenir y evitar que ocurra una tragedia.
Asimismo, alertó a los padres a “no esperar a que los jóvenes vengan a nosotros con sus problemas. Ustedes deben acercarse a dialogar con ellos. Es importante hacerlos sentirse importantes. Toque a su puerta, siéntese en la cama y dígale que lo nota triste ¿Hay algo de lo que te gustaría hablar, te puedo ayudar?, esfuércese en escuchar a su hijo adolescente”, acotó.
Comparta sus sentimientos, hágale saber a su hijo que no está solo y que todos nos sentimos tristes o deprimidos a veces, incluso las mamás y los papás. Reconfórtelo, explicándole que esos malos momentos no durarán para siempre, que las cosas realmente van a mejorar y que sus padres pueden ayudarle. Recomiéndele el ejercicio y si se tiene armas de fuego en el hogar, guárdelas en un lugar seguro o cámbielas a otro lugar hasta que la crisis pase.
Además, aseveró que en algunos casos hay que tener mucho cuidado cuando los adolescentes están en silencio. También, hay que tener en cuenta que existen riesgos en las familias disfuncionales, en las cuales prima la mala comunicación.
El especialista del Hospital III de Emergencias Grau advirtió que nunca se debe ignorar las amenazas de suicido, ni considerarlo como un melodrama típico de los adolescentes. Los padres deben estar atentos a cualquier declaración escrita o verbal relacionada con “Me quiero morir” o “Ya no me importa nada”. Esto debe considerarse con seriedad, las personas que amenazan abiertamente con el suicidio, están llamando o pidiendo atención. “No permita que se quede solo, aquí es mejor exagerar el cuidado y no restarle importancia”, recalcó.
Hay que tener en cuenta que, a nivel mundial, 9 de cada 10 adolescentes que se suicidan, manifestaban criterios para un diagnóstico de problemas, trastornos psiquiátricos o mentales y más de la mitad de ellos tenían trastornos del estado de ánimo, como la depresión o ansiedad.
Por ello, la prevención de la conducta suicida en adolescentes es fundamental y requiere de un trabajo integral que contribuya a reconocer la importancia del cuidado del bienestar y la protección de la salud de los niños que se convierten en adolescentes. En esta etapa es más difícil para los padres, maestros y hasta amigos, saber cómo se sienten y qué están pensando, concluyó el especialista de EsSalud Almenara.
