Practicar constantemente el diálogo y prestar mayor atención a las necesidades afectivas de los niños y adolescentes son algunas de las recomendaciones que efectuaron especialistas del Seguro Social de Salud (EsSalud) para combatir y evitar que más personas sean parte de los mortales retos surgidos en las redes sociales como “La Ballena Azul”.
Para el psiquiatra Carlos Vera, del Hospital III de Emergencias Grau de EsSalud, es fundamental redoblar los esfuerzos para evitar la carencia afectiva que pueden tener los niños y adolescentes debido a la ausencia de los padres en el hogar producto de la presión laboral de estos tiempos.
“A esta ausencia de los padres se suma la presión social y académica que tienen los niños y los adolescentes actualmente, lo que muchas veces los lleva a conductas depresivas y comportamiento solitario, hallando refugio en las redes sociales a través de los teléfonos celulares y dispositivos electrónicos”, remarcó el especialista de EsSalud.
Agregó que “esta situación de vulnerabilidad hace propicio el ingreso a estos grupos de peligro en los que al inicio las víctimas sienten un alto grado de pertenencia al compartir e identificarse con sentimientos de soledad o exclusión social”, por lo que de manera impulsiva se comprometen a realizar acciones que van en contra de su integridad física que pone en severo riesgo sus vidas.
El especialista de EsSalud remarcó que la edad de los niños y adolescentes que ingresan a estas mortales prácticas oscila entre los 12 y 16 años, y que al ser de fácil acceso a través de las redes sociales se pueden encontrar con grupos suicidas que ya van cobrando la vida de aproximadamente 150 personas solo en Rusia y que han presentado varios casos en América Latina
“La mejor recomendación es hablar claro con nuestros hijos, dando la mayor libertad para poder hablar sobre sus emociones, y sobre lo que quieren hacer”, enfatizó Carlos Vera, al tiempo de señalar que es importante hacer los esfuerzos necesarios para compartir más tiempo con los niños y adolescentes, y generar en ellos seguridad afectiva que contribuirá a evitar ser parte de estos grupos dañinos.