En la Semana de la Maternidad Saludable y Segura, especialistas del Seguro Social de Salud (EsSalud) recomendaron a las mujeres que deciden ser madres a los 40 años que, aunque el tiempo juega en contra, si es posible gozar de esta dulce y tierna espera.
El secreto es la preparación anticipada y los chequeos médicos y ginecológicos de forma constante que permitan prevenir riesgos.
La licenciada Verónica Espinoza, obstetra de EsSalud, explicó que en pleno siglo XXI son más las mujeres que retan al reloj biológico y acuden a los consultorios porque desean ser madres más allá de los 40 años.
Son alrededor del 30% de mujeres que tienen 40 años las que llegan a las consultas ansiosas y fervientes de ser madres. Les preocupa que las probabilidades de ser fértiles sean pocas y les da miedo que, logrado el embarazo, enfrenten un impacto negativo para ellas y sus hijos, pero siguen adelante.
El perfil de las “maduras”
Indicó que el perfil de estas mujeres, relativamente jóvenes, no está predeterminado; pero, por lo general, son profesionales que gozan de un buen estado de salud, que tienen un trabajo estable y que cuentan con un estatus económico posicionado.
En resumen, son mujeres emprendedoras y luchadoras que han dedicado su juventud a lograr su desarrollo personal y profesional y que, una vez conseguido, consideran que “ya es hora tener un hijo”.
“Desde el enfoque de madurez mental y profesional, ser madre a partir de los 40 años puede garantizar la serenidad para la crianza, la buena educación y el bienestar del bebé. Sin embargo, el reloj biológico corre sin parar y pueden aumentar los riesgos y disminuir las probabilidades de fertilidad”, manifestó la especialista.
Pros y contras de la maternidad tardía
La licenciada Espinoza precisó que la maternidad en una edad avanzada involucra mayores cuidados, en comparación con una joven. En este caso, la preparación anticipada en el aspecto físico y mental es clave.
La futura madre deberá caminar, virtualmente, de la mano de un médico y un ginecólogo para controles y chequeos frecuentes, a fin de evitar cualquier peligro.
Según la especialista, los riesgos se deben a que existe un envejecimiento progresivo del ovario, los ciclos de la menstruación van cambiado y esto hace que a partir de los 40 la mujer pase de la etapa de la fertilidad a la infertilidad, porque el ovario se encuentra, a veces, incapacitado de producir óvulos.
No sólo se corre el peligro de tener mayor incidencia de problemas cromosómicos, es decir, que los bebés tengan síndrome de Down, sino que puedan nacer con labio leporino o vulnerables a otras enfermedades.
En el caso de la mamá, también se asume un riesgo: que desarrolle diabetes gestacional, hipertensión, amenazas de aborto o preclamsia.
A pesar de lo dicho, no todo está perdido, argumenta la especialista. Hay casos de embarazos muy exitosos en mujeres de 40 años a más.
Todo depende de la fisiología interna de la mujer, que se mantiene conservada y fuerte, siempre y cuando haya practicado deporte, se haya alimentado adecuadamente, haya visitado al médico y al ginecólogo de manera constante.
Recomendaciones
Como regla de oro, la mujer mayor de 40 años debe realizarse un chequeo pre concepcional, prenatal, debe asistir a consejerías sobre nutrición sana, atención del parto segura.
No debe automedicarse. Debe saber que la dosis que puede tomar una mujer de 20 años no es la misma que la de una mujer mayor.
En estos casos, lo recomendable es informarse sobre los efectos secundarios y, por lo tanto, cuidarse.
No pueden hacer ejercicios de alto impacto: maratones, cycling, pero, si pueden hacer natación o ejercicios de relajación, que son brindados en los talleres de psicoprofilaxis de EsSalud.
Los viajes, en las mujeres mayores, están restringidos en el tercer trimestre, para evitar algún trajín que genere un incremento de la contracción uterina, ya que ello acelera el parto. Debe, además, evitar los tintes de cabello.
Existe el mito de comer por 2, y entonces la madre se sobrealimenta. Falso, la madre debe comer lo suficiente para evitar la obesidad durante y después del embarazo. Asimismo, la futura madre debe ingerir 1.5 gramos de sal en su alimentación diaria.
Una opción de comida súper nutritiva es el cuy, que tiene alto contenido de proteínas y colágeno.
El tabaco es dañino, tanto para la madre como para el niño, porque la nicotina atraviesa la barrera placentaria, provocando serios daños.
Para las reuniones y celebraciones, cero alcohol, tenga 20 o tenga 40, a cualquier edad, porque produce graves problemas: daños cerebrales, aborto, microcefalia, retraso en el habla, dificultad en la audición, en la visión, mala memoria e hiperactividad, entre otros.
Finalmente, la obstetra recomendó que es mejor una maternidad planificada entre los 30 y 35 años porque, más allá de reducir riesgos, la mujer debe tener tiempo para gozar de cada etapa de sus hijos con la energía y vitalidad que caracteriza a una mujer joven. “No esperemos que el tiempo nos juegue en contra”, enfatizó.