Ante el incremento de las temperaturas este verano, el Seguro Social de Salud, EsSalud, 
recomienda a la ciudadanía tomar precauciones y elegir de manera correcta las playas y piscinas a las que acudirán, con el fin de evitar enfermedades como la conjuntivitis.
Félix Bernuy, oftalmólogo de EsSalud, recomendó verificar el estado de las playas y piscinas, es decir, asegurarse de acudir a lugares salubres y libres de contaminación.
También recomendó el uso de gafas acuáticas con el fin de proteger los ojos del cloro de las piscinas y de posibles elementos contaminantes en playas.
“El exceso de cloro en las piscinas inflama la conjuntiva, membrana que cubre la parte blanca del ojo; lo mismo sucede con la sal del mar y los desechos en las aguas”, anotó el especialista, al insistir en la importancia de las medidas de higiene.
Bernuy recordó que la conjuntivitis se propaga fácilmente, por lo que recomendó no utilizar toallas, almohadas, sábanas, maquillaje u otros elementos similares, que hayan tenido contacto con una persona infectada.
“Existen tres tipos de conjuntivitis: la viral, la bacteriana y la alérgica. Debemos tener en cuenta que la conjuntivitis bacteriana puede dar lugar a serios problemas del ojo como úlcera corneal y potencial pérdida de la visión”, advirtió Bernuy.
En el caso de la conjuntivitis viral, precisó que existen más de 50 virus que la provocan, de los cuales, siete prefieren la córnea, extendiéndose a la conjuntiva. Se trata, sostuvo, de las conjuntivitis más molestas, las mismas que producen las queratoconjuntivitis epidémicas, que se caracterizan por enrojecimiento de los ojos, producción abundante de legaña y fácil contagio.
El especialista recomendó también a los trabajadores de las oficinas en las que se usa aire acondicionado, que se apliquen frecuentemente lagrimas artificiales, a fin de evitar que la conjuntiva y la córnea de los ojos se resequen.
Finalmente, recomendó a los ciudadanos acudir al oftalmólogo en caso de presentar enrojecimiento o inflamación de la membrana que cubre la parte blanca del ojo o del interior del párpado; aumento de la cantidad de lágrimas; secreción ocular blanca, amarillenta o verdosa; picazón; e irritación o ardor.
