La lactancia materna es la principal forma de alimentación que aporta nutrientes y anticuerpos que ayudan al bebé a crecer y desarrollarse sano, fuerte e inteligente, así como protegerlo de la anemia infantil y otras afecciones y enfermedades. Sin embargo, estos beneficios no tendrán su efecto si el amamantamiento no es el correcto, advirtió el Seguro Social de Salud (EsSalud).
Señaló que el recién nacido tiene que lactar correctamente, con una técnica adecuada de amamantamiento, en la que se debe tener muy en cuenta la posición, tanto de la madre como del neonato, porque de eso depende el éxito de la lactancia materna.
Otro aspecto importante es la succión. Tiene que haber un buen acoplamiento de la boca del bebé con el pezón-aréola de la madre. El recién nacido tiene que coger todo el pezón, no a medias.
Si bien no existe una posición específica para amamantar, lo recomendable es que la madre se sienta cómoda, relajada, con la espalda apoyada y usando un cojín sobre su falda para apoyar la cabeza del bebé.
Se sugiere también que la madre esté sin joyas, sortijas, ni aros, que están hechos de metales y pueden contaminar el seno que será utilizado para el amamantamiento.
“Una buena técnica de lactancia permite mantener la producción de leche. Si una madre no sabe dar de lactar correctamente, con la posición adecuada, fracasa la lactancia y los beneficios de la leche materna”, señala EsSalud.
Otras recomendaciones
La lactancia materna exclusiva es recomendable hasta los seis primeros meses, luego el bebé puede ser alimentado con papillas y leche materna.
No es recomendable suministrar agua a los bebés después de lactar, por cuanto la leche materna está compuesta de agua en un 90%. “Nada de anís, manzanilla, al contrario, se está desnutriendo al niño”, alertó el Seguro Social.