Si usted observa que su hijo presenta incremento del volumen urinario en forma exagerada, sobre todo en las noches, náuseas, vómitos, infecciones recurrentes en el tracto urinario, pérdida de apetito, pobre ganancia de peso y talla, hipertensión, sangre en la orina, hinchazón de párpados, pies, manos y abdomen, así como dolor repentino e intenso en un costado del cuerpo, es posible que su niño tenga riesgo de enfermedad renal.
Así aseguró el doctor Juan José García Bustinza, nefrólogo pediatra del Hospital Nacional Edgardo Rebagliati Martins de EsSalud, quien además recomendó evitar el consumo de sal en los niños menores de un año para disminuir el riesgo de hipertensión arterial.
“Los menores deben consumir frutas y verduras para evitar la formación de cálculos renales y el estreñimiento, pues ambos son factores de riesgo para la infección urinaria. Además se recomienda no ingerir carne parcialmente cocida y alimentos no pasteurizados pues las toxinas de algunas bacterias pueden ocasionar lesiones en los riñones y producir insuficiencia renal aguda”, precisó.
El especialista también dijo que durante los dos primeros años de vida, el niño debe consumir una mayor cantidad de calorías y proteínas por cada kilogramo de peso. “Sin embargo, la degradación de las proteínas generan incremento de ácidos en sangre, que deben ser eliminados a través de la orina. Si el riñón no los elimina o no lo realiza en forma completa esto genera acidosis metabólica que provoca que el lactante tenga pobre ganancia de peso y talla”, señaló. Estos trastornos pueden controlarse mejor si se realiza un diagnóstico temprano.
Recordó, además, que la incontinencia urinaria diurna puede ser normal hasta los cuatro años y la nocturna hasta los cinco años. Si su niño sigue con problemas de incontinencia luego de los cinco años se debería descartar que tengan algún problema que condicione que la vejiga no se contraiga de forma adecuada.
Todo niño con sospecha de enfermedad renal debería tener evaluación por un nefrólogo pediatra. Este control se inicia con la medición de la presión arterial y el monitoreo de los factores de riesgo: como la prematuridad en el neonato, el bajo peso, la hematuria y las malformaciones urológicas, entre otras características.
Cabe señalar que la enfermedad renal crónica en niños es causada por anomalías congénitas del riñón y de las vías urinarias, además de las glomerulopatías (enfermedades que se caracterizan por perdidas de proteínas en la orina) y de las nefropatías hereditarias.
Por ello, en el Día Mundial del Riñón que se celebra cada segundo jueves de marzo, el hospital Rebagliati incentiva la alimentación sana y la actividad física como medidas de prevención que pueden ayudar a los niños y sus familiares a tener una mejor calidad de vida sin lesión renal y con conductas de estilos de vida saludable.
