EsSalud fomenta medidas de seguridad para prevenir accidentes en adultos mayores

La caída de un adulto mayor no es solo consecuencia de  una condición propia de la edad o el envejecimiento. Se debe, en la mayoría de los casos, a faltas elementales de seguridad, dentro o fuera del hogar, por lo que es indispensable adoptar medidas de cuidado ante la presencia de adultos mayores.

 

EsSalud, actualmente, a través de sus diversas redes asistenciales realiza Talleres del Adulto Mayor Frágil a fin de capacitar a pacientes, familiares e incluso  personas que cuidan a personas de la tercera edad, para concientizarlos y orientarlos sobre los riesgos que corren las personas mayores y reducir los accidentes de manera significativa.

 

Este tipo de actividades, que se realizan en el marco de la cruzada por la humanización de los servicios de salud que encabeza EsSalud, están orientadas a buscar el bienestar en los adultos mayores, ya que además de la asistencia médica que pueden necesitar, el Seguro Social busca mejorar la calidad de vida y la autopercepción del paciente, es decir, que pueda estar y sentirse bien.

 

Otro de los riesgos que puede ocasionar accidentes en adultos mayores es la suma de los efectos colaterales de medicamentos como ansiolíticos, diuréticos o de tratamiento para la hipertensión. Se debe considerar además que las secuelas de accidentes cerebro-vasculares,  tumores del cerebro, el Parkinson o la pérdida de sensibilidad producto de la diabetes, alteran muchas veces el equilibrio y la marcha segura de la persona.

 

Las personas de la tercera edad que padecen artrosis, artritis o degeneración muscular eventualmente pueden experimentar la pérdida de equilibrio y , en consecuencia, una caída.  Por lo que no es aconsejable que se desplacen solos o sin apoyo.

 

Los especialistas advierten que las caídas causan un alto número de morbi-mortalidad entre los adultos mayores y una cifra significativa de fracturas de cadera o traumatismos encéfalo craneanos, que obligan a prolongados procesos de rehabilitación. Por lo que asumir medidas básicas de previsión, cuidado o entrenamiento en el autocuidado del propio adulto mayor, hará que el número de accidentes, sobre todo mortales, se pueda minimizar.

 

Cuidados en el hogar:

  • Revisa los lugares por donde habitualmente se desplaza el adulto mayor, asegúrate que no presente obstáculos o salientes que signifiquen un peligro para él.
  • Revisa que los lugares cuenten con iluminación adecuada y con elementos a la altura del paciente. Si se desplaza en silla de ruedas o camina con dificultad, debe tener a la mano lo necesario.
  • Evita tener pisos húmedos, lisos o resbaladizos, especialmente en el baño y el dormitorio.
  • Habilita agarraderas en zonas de riesgo, como servicios higiénicos, duchas o pasadizos.

 

Protege las escaleras y lugares de difícil acceso o, en su defecto, asegúrate que tengan  pasamanos accesibles para un adulto mayor.

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