Poner la memoria a trabajar con juegos como los rompecabezas y ejercitar la mente relacionando imágenes o experiencias vividas con la música, previenen el Alzheimer, enfermedad neurodegenerativa que se manifiesta con deterioro cognitivo y trastornos conductuales.
Así lo afirmó el psiquiatra de EsSalud Carlos Vera, quien también recomendó a las personas hacer ejercicios físicos de manera regular, cuidar la presión arterial, llevar una vida con hábitos saludables, comer trucha o salmón, así como frutas secas y alimentos que contengan omega 3 y omega 6.
El especialista advirtió que en el Hospital III Emergencias Grau de EsSalud se ha observado un incremento de casos, la gran mayoría de los cuales son detectados en estado de inicio tardío y en situación compleja.
Advirtió que uno de los síntomas para detectar el Alzheimer es el cambio drástico de la personalidad de un individuo, con tendencia a deprimirse o irritarse.
“Asimismo, la persona ya no puede seguir instrucciones, padece de desorientación en el espacio y en el tiempo, confunde o desconoce a sus familiares más cercanos como parejas, hijos o hermanos; e inclusive no se reconoce a sí mismo”, alertó.
Vera Scamarone añadió que los primeros síntomas de esta enfermedad pueden pasar inadvertidos, debido a que son parecidos a los signos del envejecimiento: olvido, dificultades para hablar o caminar, pérdida progresiva de la memoria, repetir las mismas historias o preguntas, extraviarse, entre otras.
Indicó que también existen factores que pueden desencadenar la enfermedad como la pérdida de un familiar cercano, golpes en la cabeza, tensión emocional o estrés.
“El Alzheimer afecta a hombres y mujeres, teniendo una prevalencia en el sexo femenino y se puede presentar en personas mayores de 65 años. Sin embargo, se han visto casos de personas jóvenes menores de 40 años que han desarrollado esta enfermedad, que es irreversible, no tiene cura y va destruyendo paulatinamente las neuronas del cerebro”, manifestó el psiquiatra de EsSalud.
El especialista dijo que esta enfermedad no sólo afecta la memoria, sino también la conducta y el pensamiento del individuo, habiendo una disminución de las funciones intelectuales, lo que interfiere en la capacidad de la persona para realizar sus actividades cotidianas.
