Un total de 34 trasplantes renales y 5 trasplantes de hígado ha realizado hasta la fecha el Hospital Nacional Ramiro Prialé Prialé de EsSalud Junín. Estas cifras revelan la alta especialización del nosocomio huancaíno, que conmemoró el Día Nacional del Donante de Órganos y Tejidos.
Durante la ceremonia se presentaron testimonios de pacientes trasplantados, quienes están sumamente agradecidos con EsSalud, con los médicos trasplantadores y con los donantes anónimos que les permitieron una segunda oportunidad de vivir.
La actividad fue encabezada por la doctora Vilma Chávez Alfaro, directora del Hospital Nacional Ramiro Prialé Prialé, y el doctor Félix Ortega Álvarez, médico trasplantador. Ambos explicaron lo complejo que es el proceso de trasplante y la importancia de la donación de órganos y tejidos.
Asimismo, se destacó que en EsSalud Junín existe una lista de espera de 50 pacientes por trasplante de riñón y 8 en espera de un hígado.
Es por ello que se considera sumamente importante que la población de la región se involucre voluntariamente en el proceso. Se requiere que la población aprenda lo que es solidaridad, porque nadie está libre de tener un problema renal o hepático.
Para realizar un trasplante de órganos en el Hospital Nacional Ramiro Priale Priale, intervienen casi 40 especialistas altamente capacitados, comenzando con la unidad de procura de órganos, 6 cirujanos, anestesiólogos, 12 enfermeras, médicos de UCI, patólogos clínicos, tecnólogos de laboratorio y auxiliares de enfermería. Además, de los médicos especialistas que interactúan antes del proceso del trasplante.
Como complemento se cuenta con equipos tecnológicos de última generación. Se informó que, en el año 2018 ingresaron dos nuevos equipos para trasplantes que demandaron una inversión de S/. 700 mil 998.61 soles, con los cuales se pueden realizar estas intervenciones de alta complejidad y salvar la vida de las personas a través de un trasplante de órgano.
En este marco se presentaron los testimonios de Edmundo Ñaña Quiroz (49) y Agripina Magiliano Salcedo (42), pacientes trasplantados.
Edmundo Ñaña, recibió un hígado de un donante cadavérico. Fue diagnosticado de cirrosis hepática y tuvo que vivir con la enfermedad por cinco años. Permaneció dos años en lista de espera. Ésta enfermedad crónica del hígado conllevó a la perdida de la estructura de este órgano y una disminución progresiva de sus funciones, pese a haber seguido el tratamiento estrictamente. Su salud se deterioró y los médicos indicaron que solo un trasplante podría salvarlo. El 28 de junio del 2016 recibió el trasplante.
“Gracias a eso, el donante sigue viviendo en mí, y a mí me ha dado una nueva oportunidad de vivir, porque ya estaba en los últimos meses de mi vida. Mi hígado ya no funcionaba y gracias al donante, al hospital y a la preparación de los médicos, he vuelto a nacer. Antes no tenía calidad de vida, ahora puedo, trabajar y compartir con mi familia. Por eso pido que otras personas puedan donar para que puedan seguir viviendo a través de otras”, manifestó Ñaña.
En tanto, Agripina, presentaba insuficiencia renal crónica, enfermedad que dañó sus riñones y por lo que se sometía a diálisis peritoneal. Ella recibió un riñón de un donante cadavérico en el año 2013.
