Los adultos mayores, niños, enfermos crónicos, así como los pacientes con dolencias cardíacas o con alguna discapacidad física, están más expuestos a sufrir del llamado “golpe de calor”, que puede poner en riesgo sus vidas.
Al respecto, el doctor Erik Briones Farro, especialista del Policlínico Pablo Bermúdez de la Red Prestacional Rebagliati de EsSalud explicó que “la excesiva exposición al sol, la alta temperatura corporal y la falta de agua en el organismo, son factores que unidos pueden desencadenar en serios trastornos y poner en riesgo la salud o la vida de las personas”.
Además, mencionó que cuando el mecanismo de regulación de la temperatura, como es el sudor, se altera debido a las altas temperaturas y se pierde excesivo líquido corporal, las posibilidades de sufrir algún daño neurológico se elevan.
Precisó que el “golpe de calor” o shock térmico, es una de las manifestaciones más extremas de la hipertermia y es causada por la elevación súbita de la temperatura más allá de los niveles normales, agravándose especialmente entre las personas mayores. Agregó que el sentir sed o advertir los cambios significativos de temperatura se pierden progresivamente al envejecer. “La gente mayor sólo suele sentir sed estando casi al borde de la deshidratación, porque le es más difícil percibir las alteraciones del clima, acarreando por ello mayores problemas para su salud”, alertó.
“A ello se pueden sumar también factores como las enfermedades crónicas o costumbres arraigadas propias de la edad, como mantener ventiladores apagados para ahorrar energía, cerrar ventanas por seguridad o vestirse con demasiado abrigo”, subrayó.
Para reconocer los casos de “golpe de calor”, el doctor Briones Farro recomendó estar atentos a la presencia de los siguientes síntomas: mareo, confusión, desorientación, sudoración excesiva, enrojecimiento y sequedad de la piel, así como fiebre con temperatura mayor a 40 grados, aceleración del ritmo cardíaco y dolor de cabeza.
Respecto a las acciones preventivas, señaló que se debe colocar a la persona afectada bajo la sombra y sus pies en alto. También, desvestirla e intentar disminuir su temperatura corporal mediante paños húmedos. “Si la temperatura supera los 40 grados, bañarla con agua fría y de ser necesario, repetir el procedimiento”, agregó.
Aconsejó, en general, evitar realizar actividad física intensa en las horas de mayor calor, no beber alcohol porque aumenta el metabolismo y con ello la temperatura corporal. “Evitar las comidas grasosas o muy calientes, que son fuente de calorías excesivas que el organismo no requiere en esta temporada”, añadió.
Finalmente, aseveró que se debe ingerir mucho líquido, aun cuando no se sienta sed; vestir ropa ligera, de preferencia clara y de algodón, pues retiene la transpiración, ayudando a humedecer y refrescar el cuerpo al mismo tiempo, así como optar por aclimatarse progresivamente al calor.