EsSalud recomienda pruebas de audición para detectar precozmente sordera en recién nacidos

Un recién nacido que no oye bien puede, a futuro, tener dificultades para hablar y comunicarse, lo que afectará su desarrollo emocional, social y escolar, alertaron especialistas del Seguro Social de Salud (EsSalud) quienes recomendaron a los padres realizar pruebas de audición a sus bebés a fin de detectar precozmente la sordera y resolver cualquier anomalía auditiva.

 

El doctor Fidel Anaya Pajuelo, médico otorrinolaringólogo pediatra del Hospital Nacional Edgardo Rebagliati Martins, consideró necesario que, a las 24 horas de nacido, el neonato sea sometido a una prueba de otoemisiones acústicas, que consiste en instalar una pequeña sonda en el conducto auditivo del bebé, la cual emite sonidos y recoge la respuesta que se produce en una zona del oído llamada cóclea.

 

Sostuvo que este examen también se puede efectuar en casa, con una sonaja y observar si el niño reacciona a los estímulos sonoros.

 

Mencionó que otra prueba, que se realiza a partir de los 6 meses de edad, es la de los potenciales evocados auditivos, a través de la cual se colocan unos cascos que emiten sonidos y recogen señales que llegan al cerebro, mediante unos sensores que son ubicados en el cuero cabelludo del menor.

 

El especialista señaló que, si el resultado de las pruebas de audición es normal, quiere decir que el niño oye bien en ese momento.

 

“Las sorderas permanentes infantiles están presentes al nacer casi siempre, pero algunas se desarrollan más adelante, por lo que los padres deben estar vigilantes ante cualquier signo de sospecha de dificultades auditivas, a pesar que el menor haya pasado la prueba al nacer”, refirió.

 

Hipoacusia

Dijo que, si el resultado es desfavorable, no debe interpretarse que el niño tiene sordera, solo indica que deberá ser referido a un especialista en otorrinolaringología para realizarle un estudio más detallado que confirme o descarte si hay algún problema auditivo.

 

Anaya Pajuelo manifestó también que, aunque la prueba inicial haya salido normal, es conveniente que el niño siga siendo controlado por el especialista, por cuanto aún existe riesgo de desarrollar, con el tiempo, una hipoacusia (pérdida total o parcial de la audición)

 

“Es beneficioso que a los tres meses de vida del bebé se conozcan los resultados definitivos que permitan confirmar o descartar la existencia de una alteración auditiva”, recalcó.

 

El especialista anotó que, para los casos de hipoacusia congénita, el tratamiento se inicia a partir de los seis meses de vida, a través de ayudas auditivas e intervención logopédica y educativa, además de continuar con sus controles durante todo su desarrollo.

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