La lactancia materna exclusiva durante los seis primeros meses de vida del recién nacido, lo previene de contraer el asma, entre otras enfermedades alérgicas, señaló la doctora Silvia Quiñones Bernales, pediatra del Policlínico Pablo Bermúdez de EsSalud.
“La leche materna es un alimento completo e ideal para el crecimiento del recién nacido. Tiene los nutrientes necesarios que necesita para crecer y formar su cerebro, garantizando su normal desarrollo. Además, está “siempre lista” y se otorga a demanda del niño, entre otras bondades”, sostuvo.
Añadió que durante dicho periodo la madre se beneficia también, porque la leche que segrega actúa como un anticonceptivo natural, previniéndola de embarazarse en lo inmediato y de contraer cáncer de cuello uterino, entre otras ventajas para su salud.
La especialista señaló que después de los seis primeros meses el niño seguirá lactando y podrá cubrir la “brecha nutricional” propia de su crecimiento, con una alimentación complementaria a base de zumos, papillas y puré de cereales y verduras. E inclusive carnes diversas, propias de su lugar de residencia. “Hasta poder sumarse al menú familiar que le ayudará, así mismo, a integrarse social y emocionalmente con sus parientes”, indicó.
De otro lado, sostuvo que con el aumento de la humedad y las bajas temperaturas, el asma bronquial se convierte en la causa más frecuente de consulta médica. A lo cual se deben sumar otros agentes como los pelos de perros o gatos, el humo del cigarrillo, polvo, ácaros, hongos y juguetes sintéticos como peluches, que precipitan la aparición de estos episodios. Aconsejó a los padres tener en cuenta estos aspectos, ya que cuanto más prematuros son estos episodios las crisis podrán ser más severas.
ALERTAS A LOS SÍNTOMAS
Pidió a los padres tener en cuenta los siguientes síntomas: silbido de pecho (sibilancia), falta de aire (disnea), dolor de pecho, angustia y dificultad para respirar en mayor o menor grado. Así como el hundimiento de la piel entre las costillas y tonalidad morada de la piel (cianosis). “Con la identificación de estos síntomas y el tratamiento oportuno, se podrá disminuir la frecuencia de las crisis y el ausentismo escolar que impide el normal desarrollo de los niños y que en cierta medida causa también el ausentismo laboral de los padres”, acotó.
Precisó que el asma es una enfermedad inflamatoria crónica de los bronquios que aparece como reacción a agentes infecciosos (virus o bacterias) o irritantes que provocan la reacción de los mecanismos de defensa del aparato respiratorio que se hace patente por secreciones o flemas, las mismas que provocan obstrucción bronquial y en consecuencia la crisis de ahogos del niño.
El impedir la humedad de las habitaciones, acumular enseres en desuso y con higiene y ase
o, se estará ofreciendo un lugar saludable para el niño afectado de asma bronquial, concluyó.