La menopausia, se define como el cese definitivo de la menstruación y en consecuencia, el cese de la capacidad reproductiva de la mujer, pero de ninguna manera se puede afirmar que se trata de la pérdida de cualquier otra facultad que afecte de manera significativa su vida, así lo indicó el doctor Juan Carlos Orellano, ginecólogo del Policlínico Pablo Bermúdez.
La menopausia, por tanto, no es una enfermedad, sino, una nueva etapa en la vida de la mujer y, al contrario de lo que muchas veces se cree, no marca de ninguna manera el inicio de la vejez. “Este es un antiguo mito, que día a día el avance de la medicina va derrumbando”, subrayó el especialista
Hoy en día, el concepto de vejez es tan relativo, que no se puede precisar una edad determinada para señalar categóricamente su inicio. “En la actualidad existe un mayor número de mujeres adultas que gozan de una gran vitalidad física y mental, que rompen con este estereotipo”, enfatizó.
De otro lado, al sentirse “liberada” de los rigores de la menstruación o del embarazo, según el criterio de muchas mujeres, este nuevo periodo de su vida les abre las puertas de reencontrarse a sí mismas. Alentando a emprender o retomar proyectos personales, interrumpidos por el inicio de su vida reproductiva.
La disminución de los niveles de hormonas femeninas (estrógeno y progesterona), marcan el inicio de la menopausia. La misma que origina la aparición de una serie de signos y síntomas como: mareos, palpitaciones, vértigos. Siendo los bochornos y el insomnio, otros de sus síntomas notorios.
“La aparición de cada uno de ellos, así como su importancia con respecto a la calidad de vida, depende de cada mujer. La menopausia, es única en cada mujer. Por tanto, sus síntomas y desarrollo no se pueden generalizar”, acotó.
El especialista, recomendó a las mujeres adoptar hábitos de vida saludable, mediante una alimentación adecuada que limite principalmente el alto consumo de grasas. Así mismo, la práctica regular de ejercicios físicos, paseos al campo o a orillas del mar tomando los rayos del sol que compensarán la pérdida de masa ósea y muscular y reducirán, así mismo, los riesgos que acarrean la osteoporosis o las enfermedades cardiovasculares propias de esta etapa.
“Una vida activa, la supresión del tabaco o el consumo de alcohol. Así como un control periódico con su ginecólogo, permitirán a las mujeres comprendidas entre los 40 y 50 años de edad enfrentar con mejor pronóstico esta nueva etapa en sus vidas”, subrayó el especialista al celebrarse el 18 de octubre el Día Internacional de la Menopausia.