Matheo, tiene 9 meses de edad, pesa 7 kilos y ahora tiene un hígado nuevo, gracias a la capacidad profesional de los médicos del Hospital Nacional Edgardo Rebagliati Martins de EsSalud, que cuenta con el único servicio del país que realiza esta compleja intervención quirúrgica en niños.
Elena Parrilla, la madre del pequeño paciente, aseveró que su hijo se encuentra bien de salud. “Inicialmente yo iba a donar parte de mi hígado. Todos los análisis se habían realizado y unos días antes de la fecha planificada los doctores me informaron que se disponía de un hígado donado de un joven fallecido que era compatible con mi bebé”, acotó.
Al respecto, el doctor Félix Carrasco Mascaro, de la Unidad de Trasplante de Hígado Pediátrico, informó que el pequeño Matheo fue intervenido a fines de abril, tras presentar diagnóstico de cirrosis por atresia de vías biliares. “Es el niño de menor edad y peso que se ha trasplantado en el país, además de presentar una condición muy rara denominada situs inversus, en la cual los órganos abdominales se encuentran posicionados de manera invertida” aseveró.
La Unidad de Trasplante de Hígado Pediátrico viene trabajando desde junio del 2016. Desde esa fecha ha logrado realizar 8 trasplantes, beneficiando a igual número de niños. De ellos, tres fueron trasplantados con hígados donados por sus madres, uno con hígado donado por su padre y el resto recibieron el órgano de donantes cadavéricos.
El equipo de profesionales encargado de realizar estas intervenciones altamente especializadas lo conforman los doctores Félix Carrasco Mascaró, Tayana Bedregal Mendoza, Miguel Olivas Trujillo y Ana Muñoz Urribarri.
Asimismo, se informó que los trasplantes de hígado son sumamente difíciles de realizar, no solo por ser una cirugía de alta complejidad, sino debido a la falta de donantes pediátricos. Para trasplantar el hígado a un niño, se debería contar con la donación de un hígado de similar tamaño y peso. Sin embargo, debido a los avances médicos, ahora se puede utilizar parte de un hígado adulto para concretar la intervención.
Es por ello que como última alternativa se solicita a los padres que donen parte de su hígado. Lo impresionante del proceso posterior es que luego de aproximadamente 4 semanas de efectuado el trasplante, ambos órganos, tanto del donante como del receptor, se han regenerado totalmente.
En relación a la atresia de vías biliares se detalló que es una enfermedad perinatal, es decir, que el paciente nace con ella o la adquiere en los primeros días de vida, que afecta a los conductos biliares (por donde fluye la bilis y otras sustancias en el hígado), generando cirrosis.
Cabe señalar que la donación de órganos y tejidos está regulada por la Ley de Trasplante de Órganos y Tejidos (Ley N° 28189) considerando que el trasplante es la mejor alternativa de tratamiento para algunos pacientes con enfermedad crónica terminal y agudas severas (como en este caso) y, muchas veces, la única alternativa para seguir viviendo.