Seamos “Amigos del Sol” pero en forma responsable aconseja especialista del Policlínico Pablo Bermúdez

“El mejor cuidado de la piel, contra las consecuencias negativas que acarrea la exposición prolongada al sol, es la precaución”, sostuvo la Dra. Gladys Muñoz Paredes, dermatóloga del Policlínico Pablo Bermúdez. Con cuidado y responsabilidad podemos seguir siendo “amigos del sol” como fuente principal de nuestra existencia, señaló.

 

MITOS Y VERDADES DE LA EXPOSICIÓN AL SOL

En primer lugar, la especialista precisó que la exposición al sol en esta época del año debe ser progresiva (máximo 20 minutos), evitando hacerlo entre las 10 de la mañana y 4 de la tarde. Advirtió que la radiación solar no sólo puede afectar la piel, sino, también los ojos (llegando a producir cataratas), entre otras dolencias. Pidió desterrar la idea de protegernos sólo de la radiación solar directa, porque esta también ocurre por los espejos de agua, la arena, el asfalto, etc.

 

Afirmó que la radiación solar también puede quemar nuestra piel en días nublados. “No es correcto pensar que en esas condiciones las radiaciones ultravioletas se debilitan”, Recordó que los efectos negativos de la exposición solar son acumulativos. “La piel tiene memoria” y los efectos nocivos sobre nuestra salud se podrían desencadenar más adelante, subrayó.

 

Recomendó el uso de sombreros de ala ancha, anteojos para el sol de óptima calidad y protectores solares adecuados. Puntualizó que es indispensable que todos cuiden su piel aplicando continuamente protector solar, independiente del lugar donde se encuentren. Acción que se debe renovar cada tres horas, ya que va perdiendo su poder progresivamente. Así mismo, tener presente que estos productos tienen una fecha de vigencia máxima de un año.

 

EFECTOS BENÉFICOS

La especialista remarcó que uno de los principales beneficios de los rayos solares, es su capacidad de promover la síntesis de la vitamina D en el organismo (presente en pocos alimentos en forma natural) y que ayuda a calcificar huesos y dientes y absorber el calcio.

 

“Así mismo, incrementa la respuesta inmunológica ante las infecciones. Así como, la capacidad de trabajo cardiovascular y el proceso respiratorio. Metaboliza y reduce el colesterol. También estimula la producción de serotonina y endorfina, sustancias consideradas como antidepresivas y relajantes”. Y al influir sobre la melatonina (hormona que regula los ciclos del sueño), ayuda a dormir mejor, sostuvo.

 

PRECAUCIONES

Aconsejó a quienes están tomando antibióticos, no exponerse al sol pues pueden correr el riesgo de sufrir de extra sensibilidad en la piel. A las mujeres, no exponerse a la luz solar perfumadas o con maquillaje, pues la reacción química de estos productos puede manchar su piel. Finalmente, pidió no exponer a los niños menores de seis meses a la luz solar, porque su sistema térmico y de sudoración aún no está preparado, para ello.

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