Gracias a la gestión de la presidenta ejecutiva de EsSalud, Fiorella Molinelli, y a la colaboración del Ministerio de Defensa, el corazón de una niña piurana de 10 años que falleció recientemente volverá a latir desde esta noche en el pecho de un niño limeño de 9 años, que hasta hace una semana tenía muy pocas esperanzas de vida.
El milagro se hizo realidad cuando los familiares de la niña, conmovidos por el dramático pedido de los padres del niño, accedieron a donar el corazón de su engreída para que una parte de ella siga viviendo.
Los nombres de los dos protagonistas de esta tierna historia de amor y desprendimiento son anónimos por respeto a los familiares; pero esta hazaña médica va más allá de una lucha contra la muerte que parecía inevitable, sino también contra el tiempo.
Médicos del hospital de EsSalud Cayetano Heredia, fueron los encargados de trasladar, en un vuelo comercial y bajo extremas medidas de conservación, el órgano vital dentro de un depósito refrigerado y cerrado herméticamente.
El arribo al aeropuerto se produjo minutos después de las 7 de la noche. Una ambulancia adaptada conveniente los esperaba para llevarlos al Grupo Aéreo N° 8, donde abordaron un helicóptero que los condujo hasta el helipuerto del hospital Edgardo Rebagliatti.
Otra ambulancia los esperaba con los motores encendidos para enrumbar velozmente hasta la sede del INCOR, donde los cirujanos ya habían iniciado los preparativos para la intervención quirúrgica que se prolongó por varias horas.
Un corazón extraído del cuerpo de un donante tiene un tiempo límite de cinco horas para ser colocado en un trasplante.
PONLE AMOR A LA VIDA
El director del INCOR EsSalud, Dr. Luis Mejía, informó que el niño que ha recibido el corazón esperaba a un donante desde hace un mes, y formuló un llamado para que los peruanos se sumen a la lucha por la vida y a la cruzada que impulsa EsSalud para la donación de órganos.
Agregó que el Perú es uno de los países con menor índice de donantes de órganos (2 por cada millón de habitantes), mientras que en países vecinos el promedio es de 5 por cada millón y en España de 35 por cada millón.