EsSalud brinda recomendaciones para nutrición de las madres durante la lactancia

La leche materna es el mejor alimento que una madre puede darle a su bebé, especialmente en los primeros seis meses de vida. Por ello, durante la etapa de lactancia es necesario que la madre se alimente adecuadamente, aumentando la cantidad de nutrientes en su consumo diario, para que pueda producir la leche que su bebé necesita; y, a la vez, mantenerse sana y fuerte, según afirmó el licenciado David Avendaño, nutricionista del Centro de Atención Primaria CAP III Alfredo Piazza de la Red Almenara de EsSalud.

 

El especialista del Seguro Social de Salud explicó que después del parto, muchas mujeres preocupadas por el aumento de peso en el embarazo, disminuyen las calorías que ingieren. Pero, durante este período no es apropiado realizar dietas reductoras, aun cuando la madre presente sobrepeso. Al respecto, detalló que “una mujer sana que amamanta puede perder hasta 450 gramos por semana y a la vez suministrar suficiente leche para el crecimiento de su pequeño, ya que la lactancia requiere un consumo de energía que hace que la madre pierda grasa sin necesidad de reducir su consumo calórico”.

 

Durante las primeras semanas de lactancia, la mujer en promedio necesita ingerir alrededor de 500 calorías adicionales para la producción de leche y las mujeres obesas o que tuvieron un aumento excesivo de peso en el embarazo, requieren alrededor de 300 calorías, pues las necesidades calóricas restantes se obtienen en gran medida de las reservas de la grasa corporal adicional de la madre. De este modo, se cubrirá el saldo para la producción de leche materna.

 

En relación al consumo de grasas se explicó que lo que consume la madre en su dieta materna influye en el tipo de grasas de la leche humana. Esto quiere decir que se debe de incluir todos los tipos de grasas en la dieta, manteniendo un consumo mayor de omega 3 proveniente de pescados, nueces, chía, semillas de calabaza; y variar la ingesta de carnes rojas y pollo al menos dos veces por semana, de manera intercalada. También, se debe de consumir aceite de oliva no cocinado y palta, lo que beneficiará el desarrollo neuronal del bebé.

 

Cabe mencionar que dentro de las grasas animales y como buena fuente de proteínas están el huevo, la leche (no light) y sus derivados, los que se deben consumir frecuentemente. Por ejemplo, es recomendable comer un huevo tres veces por semana; en cuanto a la leche y sus derivados el consumo debe ser diario. El consumo debe ser constante para mantener una buena fuente de calcio en la madre; sin embargo, en ocasiones este grupo de alimentos puede provocar al bebé cólicos y hasta estreñimiento. De ser así, se sugiere se suspenda su consumo por un tiempo.

 

El nutricionista David Avendaño explicó que algunos alimentos como repollo, cebolla, ajo, brócoli, col, pepino y nabo, pueden causar irritabilidad y gases al bebé, lo mismo sucede en algunos casos con las frutas cítricas como: naranjas, limones y mandarinas, que además pueden ocasionar irritabilidad, diarrea, salpullidos, vómitos y congestión nasal.

 

Se debe tener en cuenta que si la madre no se alimenta adecuadamente, su cuerpo tomará los nutrientes necesarios para producir la leche del bebé, afectando su propio estado nutricional. Por ello, es necesario que aumente el consumo de nutrientes, principalmente de calcio, hierro, vitamina A y proteínas.

 

Finalmente, el especialista agregó que no existe alimento alguno que ayude a la producción de leche materna, el principal estímulo que induce la producción de la leche materna es la succión del bebé. “Las madres deben beber cantidades suficientes de líquidos y agua para evitar la sed y cuidar su balance hídrico, pero esto no incrementa el volumen de leche”, acotó.

This entry posted in Noticias. Bookmark the permalink. 

Los comentarios están cerrados.